Luego de casi seis años de incertidumbre, marchas, discusiones judiciales y preocupación social, la situación de Vicentin S.A.I.C. parece haber encontrado un punto de cierre. El Juzgado Civil y Comercial de Segunda Nominación de Reconquista, a cargo del juez Fabián Lorenzini, resolvió la homologación definitiva del salvataje y el traspaso inmediato de las acciones a la firma Grassi S.A. Después de años de incertidumbre, la historia de Vicentin parece entrar, finalmente, en una nueva etapa.
La decisión marca el final de uno de los procesos concursales más extensos y complejos de la historia argentina reciente, y representa una buena noticia para Reconquista, Avellaneda y toda la región, que durante años vivió en zozobra por el futuro de una empresa clave para el entramado económico y laboral.
UN CONFLICTO QUE MANTUVO EN VILO A LA REGIÓN
Vicentin se declaró en “stress financiero” el 4 de diciembre de 2019, dejando una deuda de 1.333 millones de dólares con más de 1.700 acreedores, en lo que fue considerado el mayor default privado del país.
Desde entonces, el proceso atravesó momentos de fuerte tensión política y social, incluyendo el intento de intervención y expropiación impulsado por el gobierno nacional en 2020, que finalmente fue descartado tras multitudinarias movilizaciones en plena pandemia.
Tras el fracaso del acuerdo original impulsado por la propia Vicentin —que nunca fue homologado por la Justicia— se abrió el proceso de salvataje o “cramdown”, donde distintos grupos empresarios compitieron por quedarse con la compañía.
CÓMO SE LLEGÓ A LA DEFINICIÓN
El 31 de octubre pasado venció el plazo para presentar propuestas. Grassi S.A. fue la primera en acreditar la doble mayoría exigida por la Ley de Concursos y Quiebras, aunque otra oferta se presentó minutos después, lo que mantuvo la definición en suspenso durante semanas.
El juez Lorenzini resolvió que Grassi cumplió con todos los requisitos legales, y ordenó la homologación del salvataje y la adjudicación de las acciones.
EL NUEVO ESCENARIO
Con la resolución judicial, el panorama quedó definido de la siguiente manera:
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Grassi S.A. asume formalmente la conducción de Vicentin y el control total de la empresa.
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Se garantiza la continuidad operativa de las plantas industriales.
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Existe un fuerte compromiso de preservar las fuentes de trabajo, uno de los mayores temores de la comunidad.
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Se mantienen y reactivan vínculos comerciales estratégicos, incluyendo acuerdos con Cargill y coordinación de operaciones en Renova junto a Bunge y Viterra.
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Se avanza en acuerdos con los gremios, buscando estabilidad laboral y previsibilidad.
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Se proyecta un plan de inversiones para modernizar procesos, mejorar eficiencia y seguridad, y recuperar mercados internacionales.
RESOLUCIÓN JUDICIAL
Una “Nueva Vicentin”
Desde el grupo empresario hablan ya de una “Nueva Vicentin”, con una visión enfocada en la producción, el trabajo y la reinserción plena en la cadena agroindustrial.
Grassi S.A., con más de 137 años de trayectoria en el agro argentino, aseguró que apuesta al país, a sus recursos humanos y a la recuperación de la confianza perdida durante años de crisis.
CIERRE DE AÑO CON ALIVIO
Para Reconquista, Avellaneda y toda la zona de influencia, la resolución judicial llega como un alivio largamente esperado. La posibilidad de conservar empleos, reactivar la economía regional y dejar atrás un conflicto que se extendió demasiado tiempo permite cerrar el año con una señal positiva y comenzar el 2026 con expectativas renovadas.
