La empresa Vicentin SAIC, que tiene un papel fundamental en la economía de la región de Reconquista, atraviesa una grave crisis financiera, económica y operativa. Actualmente, está bajo intervención judicial como parte de su concurso preventivo de acreedores. En este contexto, el juez Civil y Comercial de Reconquista, Dr. Fabián Lorenzini, aprobó ocho contratos con grandes empresas del sector agroindustrial (Cargill, Bunge, Viterra, ACA, LDC, Molinos Agro, Commodities y Ammagi) para que procesen soja y girasol en las plantas de Vicentin ubicadas en San Lorenzo y Ricardone, incluyendo también su terminal portuaria.
Estos contratos fijan condiciones para la entrega de mercadería, calidad, plazos, transporte, precios y márgenes comerciales, y permitirán que la empresa siga operando bajo el modelo de procesamiento para terceros, conocido como “fazón”.
Además, el juez convocó a una asamblea de accionistas para el 3 de julio, y dejó en claro la gravedad de la situación. Informó que Vicentin estuvo paralizada en los primeros meses del año, sin pagar a proveedores ni empleados, al borde del cierre total. El balance de marzo arrojó una pérdida de 4,5 millones de dólares, con una deuda que supera los 32 millones y sigue creciendo.
El plan de recuperación propuesto por los interventores se basa en cuatro ejes:
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Reducir el déficit operativo y ajustar la estructura.
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Evitar nuevas deudas.
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Generar ingresos genuinos.
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Proteger los activos y el empleo.
La autorización judicial para los nuevos contratos es vista como un paso necesario para mantener en funcionamiento las plantas y sostener los empleos mientras se busca estabilizar la empresa.