Días atrás, en un hecho de gran relevancia para la ciudad y la región, se llevó a cabo la botadura de una barcaza en el Puerto Reconquista, resultado del trabajo del astillero Río Arriba. Este acontecimiento marca el inicio de una nueva etapa que busca consolidar a Reconquista como un polo de producción naval en el litoral argentino.
El empresario Guillermo Yapur resaltó la importancia del logro y reconoció el papel fundamental de la Dra. Valentina Esper Tóffolo, abogada oriunda de Vera y vecina de Reconquista, actual titular del astillero. Fue ella, según Yapur, quien se encargó de “reflotar” la iniciativa y hacer posible que la barcaza —ya trasladada a Rosario por sus dueños— se concrete como un símbolo de recuperación productiva.
Aunque la concesión del puerto y la firma Elías Yapur S.A. son propietarias del astillero, el proyecto se sostiene en un equipo de trabajo que combina experiencia y compromiso. Actualmente el taller emplea entre cinco y siete trabajadores permanentes, aunque más de 25 personas participaron en distintas etapas del proyecto durante el último año.
La meta es ambiciosa: construir nuevas barcazas y barcos, realizar reparaciones y ofrecer servicios a los armadores que navegan el río Paraná. “Queremos que el taller esté en producción continua, competir con costos internacionales y generar empleo en Reconquista con eficiencia, creatividad e innovación”, subrayó Yapur.
DESARROLLO REGIONAL
En la concreción de esta primera botadura fueron claves el ingeniero Claudio Orzán, el jefe de taller Víctor Pascua, el ingeniero Roberto Alonso, y el apoyo logístico de la Arenera Sampayo, que aportó maquinaria.
El acto contó con la presencia del intendente Amadeo Enrique Vallejos, del administrador del Ente Puerto Reconquista, Juan Carlos López Candioti, y de representantes de la arenera.
La botadura de esta barcaza no solo representa un logro empresarial, sino también una señal de desarrollo industrial y generación de empleo local, con impacto positivo para toda la región del norte santafesino.