Este sábado 1 de noviembre, a las 00:01 horas, vencerá el plazo para votar y definir quién será el nuevo propietario de Vicentin SAIC, la empresa agroindustrial más importante del norte santafesino y principal fuente de trabajo en Reconquista y Avellaneda. La resolución es esperada con enorme expectativa por toda la región, ya que el futuro de la compañía incide directamente en la economía local y en miles de familias que dependen de su funcionamiento.
El Juez Concursal Fabián Lorenzini dispuso que una vez finalizado el proceso de “cram down”, ya no habrá posibilidad de presentar nuevas conformidades. En esta instancia se enfrentan dos propuestas concretas:
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El consorcio integrado por Molinos Agro S.A. y Louis Dreyfus Company, dos firmas de peso internacional con experiencia en el comercio global de granos. 
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El grupo Grassi S.A., que presentó un plan estratégico que incluye la reactivación de la planta de bioetanol del denominado “Nodo Norte”, con la participación de Porta Hermanos S.A., reconocida industria nacional con trayectoria en biotecnología y energías renovables. 

¿CÓMO SE RESUELVE?
Lorenzini estableció que el oferente que obtenga las mayorías numéricas y de capital —es decir, la mitad más uno de los acreedores y las dos terceras partes del total de la deuda— deberá informar con precisión los detalles de las últimas cinco conformidades obtenidas, incluyendo datos fiscales, montos y contactos. Este mecanismo busca garantizar la transparencia y legitimidad del proceso.
Según la actualización de los síndicos, hay 1.722 acreedores con derecho a voto, y el monto total de deuda alcanza los $100.412 millones, cifra que define la magnitud del desafío económico y financiero en juego.
Asimismo, el juez ordenó que la Sindicatura Plural controle y verifique las votaciones para determinar quién alcanzó primero las adhesiones requeridas, permitiendo la participación de representantes de ambos grupos interesados. El objetivo es evitar cualquier sospecha o irregularidad en la definición de una decisión que marcará un antes y un después en la historia de Vicentin.
INCERTIDUMBRE
La expectativa crece a medida que se acerca la hora límite. En las calles de Reconquista y Avellaneda se percibe un clima de cautela, esperanza y ansiedad: todos saben que de esta resolución depende no solo el destino de una de las empresas más emblemáticas del interior productivo argentino, sino también la estabilidad económica y laboral de toda una región.


