El proceso judicial que atraviesa Vicentín SAIC dio un paso decisivo y trajo alivio a los trabajadores, proveedores y familias que dependen de la histórica agroexportadora radicada en Avellaneda, una de las principales fuentes de empleo del norte santafesino. El dictamen judicial representa, para muchos, una señal de esperanza. Si se concreta la reactivación plena de Vicentín bajo nueva conducción, se fortalecerá una cadena de valor que sostiene miles de puestos de trabajo y una parte esencial del entramado productivo regional.
La decisión se enmarca en el proceso de cramdown, un mecanismo previsto por la Ley de Concursos y Quiebras que permite a los acreedores o a terceros interesados presentar una propuesta para rescatar a una empresa en crisis. Grassi alcanzó las condiciones exigidas por la normativa —el 51% de las cápitas y el 67% de las acreencias—, superando en tiempos formales a la propuesta del consorcio conformado por Molinos Agro S.A. (MOA) y Louis Dreyfus Company (LDC) Argentina, que también competía en el proceso.
El Grupo Grassi fue reconocido por la Justicia como el primero en cumplir con las mayorías necesarias para tomar el control de la cerealera concursada. Según el fallo del juez Civil y Comercial de Reconquista, Fabián Lorenzini, la empresa logró reunir el apoyo de 1.141 acreedores sobre 1.708 computables, lo que representa el 84,99% del capital adeudado, equivalente a más de 85 mil millones de pesos.
El apoyo clave llegó con la adhesión de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), lo que permitió a Grassi completar las mayorías y solicitar la homologación del acuerdo para la adquisición de las acciones de Vicentín.
RENACE UNA ESPERANZA
La noticia fue recibida con optimismo en Avellaneda y Reconquista, donde cientos de trabajadores, productores y prestadores de servicios dependen de la actividad de la cerealera. El avance del proceso judicial abre una expectativa concreta de continuidad productiva y recuperación económica, luego de años de incertidumbre tras la crisis financiera de la compañía.

Vicentín, llegó a ser una de las principales agroexportadoras del país, mantiene una deuda cercana a los 1.300 millones de dólares. Su futuro es seguido con atención no solo por el sector agroindustrial, sino también por las comunidades del norte santafesino, donde la empresa tiene una profunda influencia social y económica.

