La tranquilidad de la localidad de Cayastá se vio alterada este fin de semana largo por la sorpresiva aparición de dos pumas en distintas zonas urbanas, un hecho inusual que generó temor, incertidumbre y un fuerte operativo de seguridad que aún continúa.
Todo comenzó el sábado, cerca de las 9:50, cuando un vecino de calle Hernandarias s/n llamó alarmado a la policía: en el árbol de su vivienda había un puma trepado, inmóvil pero vigilante. De inmediato, personal policial y el Cuerpo de Seguridad Rural Los Pumas arribaron al lugar y confirmaron la presencia del animal.
Se estableció comunicación con la Dirección General de Manejo Sustentable de Fauna de la Granja “La Esmeralda”, que impartió las primeras directivas para proteger al ejemplar sin provocarlo.
A partir de allí se dispuso un operativo de patrullaje permanente, buscando resguardar tanto a los vecinos como al felino silvestre.
SEGUNDO AVISTAMIENTO – LUNES A PRIMERA HORA
Cuando parecía que el episodio del sábado había sido un hecho aislado, este lunes otro vecino dio aviso al descubrir un segundo puma, también trepado en un árbol, detrás del Club Los Anguyá.

Nuevamente, vecinos se comunicaron para alertar y pedir información. Personal de la Guardia Rural Los Pumas acudió rápidamente y comenzó otro operativo para controlar la situación.
OPERATIVO EN CURSO Y FALTA DE CERTEZA
Pese a la intervención inmediata en ambos casos, aún no hay certeza de dónde se encuentran hoy los dos ejemplares. Los operativos de búsqueda y vigilancia continúan, pero sin confirmación del paradero de los felinos. Esta falta de información mantiene en vilo a la comunidad, que durante todo el fin de semana se mostró expectante y preocupada.
Incluso, muchos vecinos recordaron lo ocurrido en Arroyo Leyes, donde tras semanas de preocupación por un puma avistado, nunca se supo qué pasó con el animal. Ese antecedente reavivó temores y llevó a reforzar las medidas de precaución en Cayastá.
EXPECTATIVA Y PRECAUCIÓN
La presencia de dos pumas en un mismo fin de semana dentro del casco urbano no solo sorprendió, sino que también encendió todas las alarmas. Las autoridades recomiendan mantener la calma, evitar acercamientos y dar aviso inmediato ante cualquier nuevo avistamiento.
Mientras tanto, en Cayastá reina una mezcla de temor, incertidumbre y expectativa, a la espera de que los especialistas logren determinar el paradero de los animales y proceder a su reubicación segura.

