Con la llegada del fin de cursado escolar, el inicio del verano y el alquiler intensivo de casaquintas, los barrios de Rincón Norte y Villa California volvieron a enfrentar un escenario repetido: fiestas privadas que se extienden hasta altas horas de la madrugada, con ruidos molestos y una notoria falta de controles municipales. Así lo expresaron vecinos que se comunicaron con este medio para manifestar su preocupación.
La comunidad aclara que no se cuestiona la diversión de los jóvenes, ni las reuniones típicas de fin de año, sino el descontrol que se genera cuando estos encuentros se desarrollan sin horarios establecidos, sin supervisión y en viviendas alquiladas exclusivamente para realizar eventos.

Según relataron los vecinos, muchas de estas celebraciones están vinculadas a los tradicionales encuentros estudiantiles conocidos como PUD (Primer/Último Día) , UPD y UUD, además de reuniones espontáneas convocadas en redes sociales. Estos eventos se multiplican desde noviembre hasta marzo y suelen concentrarse en zonas residenciales donde predomina la tranquilidad.
FIESTAS SIN CONTROL
A esto se suma que, durante el verano, varios propietarios alquilan sus propiedades para fiestas, sin asumir responsabilidades sobre lo que allí ocurre, lo que agrava aún más el malestar general. Si bien Rincón cuenta con ordenanzas sobre ruidos molestos y uso de pirotecnia, los vecinos coinciden en que la ausencia de controles municipales permite que la situación se repita año tras año.

Frente a este escenario, los habitantes de ambos barrios comenzaron a organizarse para reunir firmas y presentar un reclamo formal en la Municipalidad, solicitando medidas claras y efectivas. Entre las propuestas vecinales se destacan la necesidad de establecer horarios de inicio y finalización para este tipo de reuniones juveniles y reforzar la presencia de inspectores durante los fines de semana y la temporada estival.
Mientras tanto, la preocupación crece y el pedido es unánime: diversión sí, descontrol no. Los vecinos insisten en que es posible la convivencia si se aplican normas claras y se cumple con los controles correspondientes.

