La inestabilidad en la altura del río Paraná continúa generando incertidumbre en la región. Según los datos registrados en el puerto de la ciudad de Santa Fe, días atrás el caudal del río logró superar los 1,50 metros, pero la tendencia alcista rápidamente se revirtió, y en las últimas jornadas volvió a descender con fuerza.
Este comportamiento no solo afecta al paisaje natural de la Costa Santafesina, sino que impacta directamente en las actividades económicas que dependen del río, como la pesca artesanal y el turismo fluvial, pilares fundamentales para muchas comunidades del litoral.
El seguimiento realizado por Prefectura Naval Argentina muestra con claridad la volatilidad de los niveles: tras alcanzar los 92 centímetros el 24 de marzo, el río inició una recuperación que lo llevó a marcar 1,57 metros el 12 de abril. Sin embargo, para el Viernes Santo ya había bajado a 1,22 metros, y el domingo de Pascuas marcó tan solo 1,03 metros.
Cabe recordar que el Paraná comenzó el año en una pronunciada bajante, luego de un diciembre con abundantes precipitaciones. En los últimos días de 2024, el río alcanzó los 3,28 metros, pero inició un brusco descenso desde los primeros días de enero.
El Instituto Nacional del Agua (INA) actualizó recientemente su pronóstico y preveía que el nivel del río en Santa Fe rondaría los 1,14 metros para hoy, 22 de abril, con una posible baja a 1,07 metros en la semana siguiente. No obstante, la realidad superó las proyecciones: este domingo el río cayó 13 centímetros respecto al día anterior, registrando apenas 1,03 metros.
En tanto, el Servicio Meteorológico Nacional emitió su Pronóstico Climático Trimestral para abril, mayo y junio, anticipando lluvias “normales o superiores a lo normal” para la región central del país, que abarca Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. Esta previsión alimenta las expectativas de una recuperación del caudal, aunque el panorama a corto plazo sigue siendo incierto.
Un dato preocupante es la falta de información actualizada sobre el río San Javier, uno de los principales afluentes del Paraná en la región. Prefectura San Javier no está suministrando datos oficiales sobre la altura del curso de agua, lo que impide tener un diagnóstico completo del sistema hídrico de la zona.
La situación se repite en distintos puntos de la costa santafesina, donde la incertidumbre sobre la evolución del río plantea serios desafíos para quienes viven del agua. Pescadores, guías turísticos, y emprendedores del sector siguen con atención cada reporte, esperando señales que indiquen una estabilidad más duradera en este recurso vital.
