La Ciudad de San Javier recibió una noticia que trae algo de alivio y justicia a una historia dolorosa que conmovió profundamente a toda la comunidad. Martín Tomás Kunz, de 22 años, fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de Rubén Isidro Walesberg, más conocido y querido por todos como “Bigote”, y por el posterior ataque a estudiantes del Liceo Militar General Belgrano.
La sentencia, dictada de manera unánime por el tribunal integrado por los jueces Pablo Ruiz Steiger, Lisandro Aguirre y Celeste Minniti, se conoció en los tribunales de la capital provincial tras un juicio oral y público. El fallo representa el cierre judicial de un hecho que enlutó a San Javier desde agosto de 2022, cuando la violencia irrumpió en la rutina de una jornada común en la Ruta Provincial Nº 1, a la altura de Colastiné Norte.
Los fiscales Estanislao Giavedoni y Ana Laura Gioria representaron al Ministerio Público de la Acusación durante el debate. Tras la lectura del veredicto, Giavedoni expresó que “Las conductas delictivas de Kunz generaron gran conmoción social y requerían una respuesta de este tipo por parte de la Justicia”.
Los Hechos
Tal como quedó acreditado en el juicio, el 19 de agosto de 2022 Kunz atacó a Walesberg en inmediaciones de una panadería donde solía detenerse el vehículo que trasladaba a los cadetes del Liceo. Con un cuchillo, le quitó la vida de manera brutal dentro de la camioneta. Posteriormente, hirió a cuatro jóvenes e intentó consumar su plan de homicidios, mientras otros siete estudiantes fueron víctimas de privación ilegítima de la libertad hasta que la policía logró interceptar el vehículo y detenerlo.
La Fiscalía sostuvo que se trató de un crimen planificado: Kunz había elegido el lugar, el día y el horario con la intención de atacar al chofer y a los estudiantes. Por ese motivo, fue condenado por homicidio criminis causa —es decir, matar a una persona para facilitar la comisión de otros delitos—, además de las tentativas de homicidio y la privación de la libertad de los cadetes.
UNA HERIDA QUE NO CIERRA, PERO QUE ENCONTRÓ JUSTICIA
Rubén “Bigote” Walesberg fue recordado a lo largo del juicio como un hombre de bien, trabajador y comprometido, muy querido por la comunidad de San Javier. Su repentina y violenta muerte dejó un vacío irreparable, pero hoy la Justicia ofreció una respuesta que trae un poco de paz a su familia, amigos y vecinos.
“Bigote” seguirá presente en la memoria de quienes lo conocieron, como el hombre solidario y alegre que siempre fue. Y aunque la herida de su pérdida no se cerrará, la condena conocida este mediodía significa un paso importante para que el recuerdo de su vida prevalezca por encima de la brutalidad de su muerte.
