La Escuela N° 41 “Domingo Faustino Sarmiento” acaba de cumplir 125 años y con ella se celebra también la historia de toda una comunidad. Desde aquel 16 de septiembre de 1900, cuando abrió sus puertas en tiempos de la gobernación de José Bernardo Iturraspe, la institución se convirtió en mucho más que un lugar de enseñanza: pasó a ser el corazón cultural y social de Arroyo Leyes y de la Costa Santafesina.
Generaciones enteras aprendieron a leer, escribir y soñar entre sus aulas. Cada maestro que pasó dejó huellas imborrables, no solo en los cuadernos, sino también en la vida cotidiana de sus alumnos y familias. La escuela fue, y sigue siendo, un espacio donde se transmiten valores, donde se forman ciudadanos y donde se refuerzan lazos que sostienen el crecimiento colectivo.

Para los vecinos, la Escuela Sarmiento es motivo de orgullo. Muchos padres que hoy acompañan a sus hijos en el camino escolar fueron antes alumnos que guardan recuerdos de juegos en los recreos, de maestras pacientes y de enseñanzas que marcaron su destino. La gratitud hacia los docentes es permanente: son ellos quienes, con dedicación y compromiso, han acompañado a cada generación, defendiendo la educación como una herramienta de igualdad y esperanza.

Ubicada en medio de un paisaje donde la naturaleza es protagonista, la escuela ha sabido abrirse siempre al entorno y a la realidad de su gente. Su proyecto, “El umbral de lo posible”, refleja esa mirada: una escuela sin puertas, abierta al aprendizaje compartido, a la vida comunitaria y a la construcción de futuro.

Hoy, 125 años después, la Escuela N° 41 sigue siendo el punto de encuentro de Arroyo Leyes, el lugar donde se cruzan historias, sueños y desafíos. Su influencia en la educación de la costa santafesina es inmensa y su vigencia demuestra que, con esfuerzo y compromiso, la escuela pública sigue siendo el pilar más fuerte de una comunidad.

