El proceso de salvataje de Vicentin SAIC, que ya lleva seis años y mantiene en vilo a cientos de familias de trabajadores y productores, sumó un nuevo capítulo. La empresa Grassi S.A., que logró reunir las mayorías necesarias en el proceso de cram down, contestó formalmente las impugnaciones presentadas por Molinos Agro (MOA) y Louis Dreyfus Company (LDC) ante el juez civil y comercial de Reconquista, Fabián Lorenzini.
La respuesta de Grassi no solo rechaza cada cuestionamiento, sino que también advierte que este entramado judicial parece encaminado a un desenlace que podría terminar en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sin plazos definidos. En medio de esta puja legal, la incertidumbre crece entre las familias que dependen de la continuidad laboral y productiva de Vicentin.
Los principales argumentos de Grassi S.A.
Grassi S.A. sostiene que las impugnaciones de Molinos Agro y Louis Dreyfus Company carecen de fundamento y enumera los siguientes puntos:
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Cumplimiento de mayorías legales: afirma haber alcanzado más del 66 % de cabezas y el 84 % del capital, superando ampliamente lo que exige la ley concursal.
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Transparencia en las adhesiones: asegura que no viciaron la voluntad de ningún acreedor y que ningún otro oferente reunió las mayorías bajo el cálculo fijado por el Tribunal.
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Crítica a los impugnantes: califica los planteos de Molinos Agro y Louis Dreyfus Company como “aventurados” y “falaces”, señalando que intentan generar mayorías ficticias y excluir acreedores sin criterios coherentes.
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Cuestionamiento a la legitimación: remarca que Molinos Agrono es acreedor, por lo que duda de su capacidad legal para impugnar. Incluso plantea que, si se excluyera el voto de Grassi por los criterios usados por LDC/MOA, también debería excluirse el de la propia LDC.
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Señalamientos sobre autovoto: acusa a Louis Dreyfus Companyde cuestionar supuestas prácticas que ellos mismos habrían realizado, ya que la empresa y su controlante adhirieron a su propia propuesta.
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Extemporaneidad de las impugnaciones: indica que los pedidos de exclusión fueron presentados fuera de tiempo y que admitirlos afectaría la seguridad jurídica.
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Aclaraciones sobre empresas vinculadas: rechaza tener control sobre Avir South SARL, recuerda que Vicentin Paraguay S.A. es una firma distinta de Vicentin SAIC y niega imponer condiciones forzadas a los acreedores.
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Solo dos caminos posibles: Grassi plantea que el proceso está agotado y que ya no hay más alternativas:
– Homologación de la propuesta de Grassi – O la quiebra de Vicentin SAIC
UN CONFLICTO QUE SE PROLONGA Y GOLPEA A LA REGIÓN
La empresa subrayó que la crisis de Vicentin generó un daño profundo en la economía regional: pérdida de empleo, caída de confianza y afectación directa a cientos de productores. Grassi afirma que su propuesta logró reconstruir parte de esa confianza, sobre todo entre proveedores granarios, lo que consideran clave para reactivar la actividad.
Sin embargo, las impugnaciones y contraimpugnaciones mantienen el proceso en una situación de alto litigio, con caminos legales que podrían demorar años. La posibilidad de que el caso llegue finalmente a la Corte Suprema profundiza la sensación de que el conflicto está lejos de resolverse.
Mientras tanto, detrás de cada escrito judicial y cada argumento técnico, hay familias que esperan una definición que les devuelva estabilidad y futuro.
