Otro hecho de robo de ganado vuelve a sacudir la tranquilidad rural en la zona de San Javier. Esta vez, ocurrió en cercanías de la laguna “El Esterito”, donde un productor ganadero denunció que dos hombres intentaron faenar a uno de sus animales en plena zona rural. El hecho, investigado por la Dirección General de la Guardia Rural “Los Pumas”, expone una problemática que, según señalan vecinos y productores, se ha venido incrementando en los últimos meses.
De acuerdo al testimonio del denunciante, fue un empleado quien sorprendió a los sospechosos en el momento en que uno de ellos disparaba contra el vacuno, aparentemente con intenciones de carnearlo allí mismo. Al verse descubiertos, los individuos arrancaron el motor de su embarcación tipo piraguón y escaparon navegando por la laguna.
Efectivos de la guardia Rural “Los Pumas” se dirigieron rápidamente al lugar. En el rastrillaje lograron identificar a dos personas y hallaron un arma de aire comprimido calibre 5.5, marca Colony B2-2A, que había sido modificada para disparar cartuchos calibre 22. Uno de los hombres se adjudicó la propiedad del arma, pero no contaba con documentación legal y llevaba consigo 10 cartuchos intactos del mismo calibre. En el sitio, además, se encontró el cuerpo del animal sin vida, con un orificio de bala compatible con un disparo de carabina, lo que confirmaría el relato del productor.
La Fiscalía de San Javier dispuso la aprehensión del sospechoso armado, quien fue imputado por “Tentativa de Abigeato” e “Infracción al Artículo 189 bis del Código Penal”. También se ordenó el secuestro del arma modificada, los cartuchos, la piragua, una linterna, un machete, una cuchilla, una chaira y un teléfono celular. Horas más tarde, el fiscal a cargo dispuso su detención formal e incomunicación. El detenido fue trasladado a la Comisaría 1ª de San Javier, donde permanecerá alojado mientras avanza la causa.
PIDEN MÁS CONTROLES
El hecho se suma a una seguidilla de casos similares en la región, en un contexto donde el delito rural –y particularmente el abigeato– va en aumento. Algunos lo interpretan como un emergente de la crisis económica y la creciente informalidad en la comercialización de carne.
Los productores ganaderos de la zona volvieron a reclamar controles más estrictos en las carnicerías, especialmente en aquellas que operan sin la trazabilidad sanitaria correspondiente. Sospechan que muchos de los animales robados terminan faenados y comercializados de forma clandestina en estos establecimientos.
La preocupación crece y el pedido de mayor presencia preventiva en las zonas rurales se intensifica, mientras la Justicia y las fuerzas de seguridad intentan frenar una práctica que, además de causar pérdidas económicas, afecta gravemente al entramado productivo local.
