Aunque muchos lo conocían por su nombre artístico y por sus coloridos murales (uno el de Messi en la ciudad capital) en distintas ciudades del país y del mundo , pocos sabían que Andrés Iglesias (el artista callejero conocido como “El Niño de Cobre”) residía desde hace tiempo en la ciudad de San José del Rincón, en el barrio Villa California. Días atrás, fue condenado a siete años y seis meses de prisión por un gravísimo hecho de abuso sexual ocurrido precisamente en ese domicilio.
El artista de 38 años fue hallado culpable de haber abusado sexualmente de su entonces pareja, en el marco de una relación calificada como violenta, desigual y cargada de episodios de control y maltrato psicológico. La condena fue dictada por el juez Lisandro Aguirre tras un juicio oral realizado en los tribunales de Santa Fe, y la acusación estuvo a cargo de los fiscales Luciana Escobar Cello y Matías Broggi.
DETALLES
Los hechos ocurrieron el sábado 17 de diciembre de 2022, en horas de la mañana, luego de una discusión la noche anterior. Según detalló la fiscal Escobar Cello, Iglesias forzó a la víctima a mantener prácticas sexuales sin su consentimiento, valiéndose de su fuerza física pese a los intentos de resistencia de la mujer. El ataque se produjo en la vivienda que compartían en el barrio Villa California.
Durante el juicio, la Fiscalía presentó pruebas contundentes que permitieron acreditar la autoría del delito. Se incluyeron testimonios directos de la víctima, declaraciones de personas del entorno de la pareja, informes médicos y psicológicos, así como mensajes intercambiados entre ambos a través de redes sociales. Todos estos elementos fueron fundamentales para demostrar el contexto de violencia sostenida que caracterizaba la relación.
Uno de los aspectos que más peso tuvo durante el debate fue el antecedente del ahora condenado: antes del abuso sexual, Iglesias había accedido a una suspensión de juicio a prueba en otra causa judicial. Como parte de esa resolución, se le había ordenado realizar un curso sobre violencia en el patriarcado, por lo cual contaba con formación específica en la materia. Para los fiscales, esta circunstancia agravó su responsabilidad, ya que, lejos de corregir su conducta, reincidió en conductas violentas.
Pese a que la acusación solicitó una pena de 10 años de prisión, el juez resolvió una condena de siete años y seis meses, lo que igualmente implica una sentencia efectiva. Sin embargo, como el fallo aún no está firme, Iglesias continuará bajo medidas alternativas a la prisión preventiva, entre ellas la prohibición de salir del país.
El caso ha generado conmoción en la ciudad de Rincón, principalmente en el barrio de Villa California, donde muchos se enteraron recién ahora que el reconocido muralista vivía ahí. La sentencia también reabre el debate sobre cómo los perfiles públicos o artísticos pueden, en ocasiones, servir para encubrir realidades de violencia puertas adentro, que solo salen a la luz cuando las víctimas logran romper el silencio.
