Informa la unidad Regional de la Policía de la Provincia de Santa Fe, con competencia en el Departamento San Javier, sobre diversos delitos cometidos, tanto en la Ciudad de San Javier como en localidades pequeñas como Alejandra, lo que muestra, y así lo demuestran las estadísticas, que hay un significativo aumento de los delitos contra la propiedad, producto (se especula) de la situación económica angustiante que viven numerosas familias de la región.
ALEJANDRA
El 7 de diciembre, vecinos de Alejandra denunciaron que desconocidos ingresaron con violencia a dos comercios contiguos, uno dedicado a la venta de comestibles y otro a ropa. Los autores se llevaron alimentos y varias prendas de vestir. Días después, el 10 de diciembre, personal de la Comisaría 3ª de Alejandra realizó una requisa domiciliaria en la vivienda de un ciudadano identificado como B.A.B., de 28 años, tras las investigaciones correspondientes. El operativo arrojó resultados positivos, encontrándose prendas de vestir vinculadas al hecho. Los elementos fueron secuestrados y el sospechoso fue detenido para continuar con las diligencias procesales. La causa está a cargo del Ministerio Público de la Acusación (MPA) en Reconquista.
SAN JAVIER
El mismo día, a las 19:30 horas, efectivos del Comando Radioeléctrico que realizaban patrullajes preventivos en la ciudad de San Javier identificaron a tres hombres con actitud sospechosa caminando por calle General López. Durante la revisión, se halló un arma blanca entre las pertenencias de uno de ellos, un joven de 18 años, quien fue detenido. Los otros dos involucrados, menores de edad, fueron trasladados a la sede policial en calidad de resguardo y luego entregados a sus padres. La investigación está a cargo de la Unidad Fiscal Nº 1 del MPA.
PREOCUPACIÓN E HIPÓTESIS
El aumento de estos hechos delictivos refleja una preocupante ruptura del tejido social en la región. La falta de empleo y las condiciones económicas precarias, podrían estar impulsando a algunos sectores de la comunidad hacia actividades delictivas como una forma desesperada de supervivencia.
Las autoridades locales y departamentales no trabajan para abordar esta problemática y fortalecer las medidas de seguridad, tampoco impulsan soluciones a largo plazo que incluyan la generación de empleo y programas sociales que mitiguen las causas estructurales de estos delitos.
