La Provincia de Santa Fe vive este jueves una jornada marcada por el paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), en rechazo a las políticas económicas del gobierno nacional encabezado por Javier Milei. La medida de fuerza, que comenzó a las 00 del 10 de abril y se extiende por 24 horas, fue acompañada por un amplio abanico de gremios en toda la provincia, con un alto nivel de acatamiento en las principales ciudades y una adhesión más parcial en algunas localidades de la Costa Santafesina.
Entre los motivos centrales que impulsaron la huelga, la dirigencia sindical destacó la caída del poder adquisitivo de los trabajadores, el deterioro de los haberes jubilatorios y la paralización de la obra pública. Además, reclaman la reapertura de paritarias sin condicionamientos, mejoras en los ingresos y un freno al ajuste.
En el territorio santafesino, la CGT Regional junto con las centrales CTA-T, CTA-A y UTEP expresaron su adhesión plena. El paro se sintió con fuerza en sectores clave como la administración pública (UPCN y ATE), la educación (Amsafé, Sadop, Adul y UDA), la salud (con atención limitada a guardias mínimas), el sistema bancario, el Correo Argentino, el ámbito judicial, puertos, trenes, transporte de cargas y aviones.
También se sumaron los trabajadores municipales, uno de los sectores donde la medida tuvo mayor impacto, con servicios prácticamente paralizados en muchas comunas y ciudades.
REPERCUSIONES EN LA COSTA SANTAFESINA
La situación en las localidades de la costa santafesina mostró un panorama más heterogéneo. Si bien hubo adhesión en sectores públicos como el municipal, en rubros como el comercio y los servicios gastronómicos la actividad fue parcial o directamente normal, en función de las características propias de cada localidad. La dinámica local, con economías más ligadas a la actividad diaria de los pequeños comerciantes y prestadores de servicios, explica en parte esta diferencia en el grado de cumplimiento.
Cabe destacar que la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que agrupa al transporte urbano e interurbano de pasajeros, no adhirió a la medida, por lo que en muchas ciudades el servicio de colectivos funcionó con normalidad, aunque con menor afluencia de pasajeros por la paralización de otras actividades.
El paro también se sintió en las rutas, sin movimiento de camiones debido a la adhesión de los gremios nucleados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), lo que incluyó a camioneros, recolectores, portuarios, marítimos, personal de peaje y cadetes.
Así, el tercer paro general convocado por la CGT bajo el gobierno de Milei dejó en Santa Fe una postal de ciudades con fuerte inactividad, oficinas públicas vacías, bancos cerrados y comercios con actividad dispar, mientras que en las zonas costeras la jornada se vivió con un ritmo más relajado, aunque con una notoria ausencia de trabajadores estatales, municipales y escuelas con docentes pero sin alumnos.
