Este domingo 29 de junio, la provincia de Santa Fe volvió a vivir una jornada electoral en la que los ciudadanos tuvieron la oportunidad de ejercer su derecho al voto, un derecho que representa la base de la vida democrática y el mecanismo más directo para definir el rumbo de sus comunidades. La Ciudad de Helvecia vivió una jornada “Histórica”, ya que eligió por primera vez un intendente y seis concejales, marcando así un nuevo capítulo en su larga y gran historia..
Aunque las condiciones climáticas adversas, con temperaturas invernales muy bajas, fueron un factor que influyó en el bajo porcentaje de votantes, en el caso de Helvecia solo fue del 54,84 %, lo cierto es que la escasa participación trasciende lo meteorológico. Existe una sensación generalizada de desencanto entre los santafesinos. Muchos ciudadanos no encuentran en la política las respuestas concretas a sus problemas cotidianos ni a sus aspiraciones de una vida digna. La falta de soluciones reales en materia de empleo, seguridad, educación y salud ha deteriorado el vínculo entre la ciudadanía y las instituciones, generando una peligrosa indiferencia.
En este marco de apatía, descontento y desafíos, hubo sin embargo momentos de enorme relevancia histórica y simbólica. Uno de ellos fue el caso de la localidad de Helvecia, cabecera del departamento Garay, que no sólo estrenó su flamante categoría de ciudad, sino que también vivió una jornada electoral “histórica”: por primera vez eligió un intendente y seis concejales, marcando así un nuevo capítulo en su trayectoria institucional.
La elección en Helvecia tuvo, además, una particularidad profundamente significativa: la elegida como primera intendenta fue una mujer, Victoria Weiss Ackerley, quien cargará ahora sobre sus espaldas no sólo el peso de la gestión municipal, sino también las expectativas de toda una comunidad que ve en esta nueva etapa la posibilidad concreta de desarrollo y progreso.
La llegada de Weiss Ackerley al Ejecutivo local ocurre en un contexto de grandes expectativas y enormes desafíos. El paso de pueblo a ciudad no se limita a un cambio de estatus simbólico, sino que implica nuevas responsabilidades administrativas, mayor autonomía y, sobre todo, la oportunidad de acceder a recursos que permitan proyectar una Helvecia moderna, ordenada y próspera. En particular, las posibilidades en infraestructura y turismo despiertan esperanzas, ya que la región cuenta con circuitos históricos, riqueza natural y tradiciones culturales de enorme valor.
RESULTADOS
CONCEJALES
FUTURO
Sin embargo, también surgen interrogantes y preocupaciones. En redes sociales y en charlas vecinales, algunos habitantes expresaron dudas sobre si este nuevo estatus traerá consigo más burocracia, más cargos políticos o mayor presión impositiva. La gestión de la nueva intendenta será clave para despejar estas incertidumbres y demostrar que el crecimiento institucional puede traducirse en mejor calidad de vida para todos.
HISTORIA
El proceso que llevó a Helvecia a ser ciudad fue largo y sostenido, iniciado por Ricardo Kaufmann y continuado por su hijo Carlos, en una lucha que finalmente encontró eco legislativo en mayo de 2024, cuando la Cámara de Senadores de Santa Fe aprobó la declaración de ciudad, poniendo fin a una injusta anomalía: Garay era el único departamento de la provincia sin una ciudad.
Así, las elecciones del 29 de junio dejan un saldo ambiguo. Por un lado, la persistente ausencia de parte del electorado marca una alerta seria para la dirigencia política, que debe tomar nota del hastío social. Por el otro, episodios como el de Helvecia iluminan un camino posible, en el que la participación, el compromiso y la construcción de nuevos liderazgos pueden dar origen a un futuro más justo, más representativo y más esperanzador.