Este domingo 29 de junio se desarrollaron en la provincia de Santa Fe las elecciones generales, un nuevo capítulo en el ejercicio democrático en el que los ciudadanos tuvieron la oportunidad de ser protagonistas de su futuro a través del voto. En esta jornada se eligieron autoridades en diversas localidades, renovándose Comisiones Comunales en pueblos, la mitad de los Concejos Municipales y, en algunos casos, la figura del Intendente.
Sin embargo, más allá de la importancia institucional del acto electoral, el dato que marcó la jornada fue la escasa participación del electorado. Según confirmó el secretario electoral de la provincia, Pablo Ayala, apenas el 52% del padrón provincial se presentó a votar, una cifra considerablemente inferior a la registrada durante las PASO de abril. En ciudades clave como Rosario y Santa Fe capital, la participación apenas alcanzó el 50%. En algunos departamentos del interior, como Garay, se registraron mejores niveles de participación, alcanzando hasta un 70% en ciertos distritos, aunque su peso demográfico es limitado frente a los grandes centros urbanos.
Si bien el frío propio de esta época del año pudo influir en el ausentismo, el fenómeno parece ser mucho más profundo: hay un claro mensaje de desilusión hacia la clase dirigente. La falta de respuestas concretas a las aspiraciones sociales, el deterioro de la calidad de vida, la inseguridad, la inflación y el desempleo parecen haber calado hondo en la percepción de la ciudadanía, que optó por la indiferencia como forma de expresar su desencanto.
Los resultados, por otro lado, en la Costa Santafesina no ofrecieron grandes sorpresas. En la mayoría de las localidades, los oficialistas lograron retener sus administraciones, dando cuenta de una continuidad sin cambios significativos en el mapa político.
Una vez más, el sistema democrático ofreció el marco para que los ciudadanos ejerzan su derecho. Pero la baja participación interpela tanto a los partidos políticos como a las instituciones: no alcanza con garantizar el acto electoral si la ciudadanía no encuentra en él una verdadera esperanza de transformación. La política debe tomar nota de esta señal de alarma, porque detrás de cada abstención hay una historia de frustración, de espera y de demandas no atendidas.
¿QUIENES RETUVIERON SUS CARGOS?
SAN JOSÉ DEL RINCÓN
ARROYO LEYES
SANTA ROSA DE CALCHINES
CAYASTA
(Elección con lista única)