Por: Ma. Azucena Catania
La primera escuela es el hogar. El Jardín de Infantes es su continuación, para lo cual se necesita un imprescindible punto de encuentro entre ambos, para que la tarea del desarrollo de los niños resulte eficaz.
28 de Mayo Día de los Jardines de Infantes
Uno de los más grandes acontecimientos de la historia de la humanidad, fue el reconocimiento del Niño como sujeto de atención y de su propio mundo, después de siglos de horrores cometidos contra la Infancia y que culmina con la Declaración de los Derechos del Niño. Pero antes de llegar a tal conquista, fueron muchas las luchas y muchos los esfuerzos de grandes pensadores, pedagogos y educadores que con sus ideas abrieron el camino. La lista es demasiado larga para lograr mencionar a todos, pero no podemos dejar pasar el día de hoy, sin recordar a quien es considerado como el padre de la educación preescolar:
Friedrich Froebel
Educador y escritor alemán, fundador en 1837, del Kintergarten (Jardín de niños), cuya pedagogía se basa en una profunda confianza en la bondad natural infantil y reconoce la importancia de la actividad del niño en su propio aprendizaje y la idea del juego como un instrumento para desarrollar las habilidades y conocimientos que le permiten relacionarse con el mundo.
Sus ideas y metodologías pronto comenzaron a extenderse en Latinoamérica a finales del siglo XIX en el marco de la educación de la niñez en general. Se crearon las primeras modalidades con diversas denominaciones que fueron fundamentándose en las orientaciones pedagógicas europeas.
En Argentina comenzó en 1870, cuando Sarmiento llegó de Estados Unidos con maestras de jardín de infantes y primaria. Hasta ese momento, los niños de menos recursos, asistían a establecimientos donde se les daba comida. Eran cuidados en asilos bajo la tutela de la Sociedad de Beneficencia y las maestras normales fueron las que se hicieron cargo de la educación inicial. Fue una época sin un rumbo pedagógico definido, donde a los jardines de infantes se sumaron guarderías, salas cuna, jardines maternales y escuelas infantiles como respuesta a la incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar.
Sara Chamberlain de Eccleston
Fue una de las maestras estadounidenses contratadas a fines del siglo XIX para trabajar en la Argentina. Su labor, «su esfuerzo, su lucha inclaudicable que abrió la huella pionera de la Educación Inicial en Argentina, hicieron que se ganara con justicia el título de “La Abuela de los Jardines de Infantes”, con que aún hoy es reconocida».
Rosario Vera Peñaloza
Nació el 25 de diciembre de 1873 en la Rioja y fue la fundadora en 1900 del primer Jardín de infantes del país. Dedicó toda su vida a la enseñanza preescolar y a la creación de jardines de infantes. Murió el 28 de Mayo de 1950 y en su memoria se recuerda ese día como el “El día de los Jardines de Infantes y de la maestra jardinera”
En la Actualidad, me pregunto: ¿Estamos los actuales maestros preparados para adaptarnos a los cambios sociales, económicos, científicos, tecnológicos etc. de un mundo en permanente evolución, sin olvidar la esencia del Niño, como lo plantearon aquellos grandes antecesores?
Para Recordar
“El niño con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad ». María Montessori
La primera escuela es el hogar. El Jardín de Infantes es su continuación, para lo cual se necesita un imprescindible punto de encuentro entre ambos, para que la tarea del desarrollo de los niños resulte eficaz.